VIDAS PARALELASMarina Salas
(Cornellá de Llobregat, 1988) y Úrsula Corberó
(Barcelona, 1989). Se conocen de bregarse en los castings de TV-3. "Ambas fuimos finalistas para '
Rec 2'. No las cogieron, pero Corberó, a quien conocimos en 'Física o química', se desquitó chillando en la terrorífica '
XP3D'. En el momento de esta cita templaba nervios por su debut en teatro (con '
Perversiones sexuales en Chicago', de Mamet), estaba a punto de estrenarse en '
Gran reserva' y tenía un chófer para llevarla al set de '
Afterparty', superapuesta de terror de Telecinco Cinema. Marina Salas, aparentemente más reposada, también tenía su primera obra de teatro encima (simultaneando cuatro papeles en '
Luces de bohemia'), el estreno de '
Tengo ganas de ti' (continuación de '
Tres metros sobre el cielo') y de '
The Pelayos' (junto a Blanca Suárez y Hugo Silva), y el rodaje de la tercera temporada de '
El barco'. ¿Quién habló de las agendas de los ministros?
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VIES PARALLÈLES Marina Salas
(Cornellá de Llobregat, 1988) et Úrsula Corberó (Barcelona, 1989). Se connaissent depuis les castings de TV-3. "Toutes les deux nous avons été finalistes pour '
Rec 2'. Ils ne les ont pas prises mais Corberó, que l'on connait pour 'Física o química', a finalement été montré dans le terrifiant '
XP3D'. Au moment de ses débuts au théâtre (avec '
Perversiones sexuales en Chicago', de Mamet), elle était au point de débuter dans la série '
Gran reserva' et elle avait un chauffeur qui allait l'amener au tournage de '
Afterparty', super de terreur de Telecinco Cinema. Marina Salas, apparemment plus reposer, avait aussi sa première pièce de théâtre (simultanément quatre rôles dans
'Luces de bohemia'), la sortie de '
Tengo ganas de ti' (suite de '
Tres metros sobre el cielo') et de '
The Pelayos' (aux côtés de Blanca Suárez et Hugo Silva),et le tournage de la troisième saison de '
El barco'. ¿Qui a parlé des agendas de ministres?
Marina Salas: vestido dorado de lentejuelas y americana a juego de Zadig &Voltaire. Úrsula Corberó: top de franjas blancas y negras de Emanuel Ungaro (vintage).Foto: JORDI SOCÍAS